Falcioni, el hombre que cumplió el sueño de su vida

El técnico campeón con Boca arrancó su ciclo con un roce con Riquelme y silbado por toda la Bombonera en la despedida de Palermo; pero a fuerza de trabajo y resultados, logró el compromiso de sus dirigidos y el reconocimiento de los hinchas; es su segundo título como DT. Por Pablo Lisotto .

"Vamos a hacer un gran campeonato" , declaraba Julio Falcioni a fines de julio, en pleno trabajo de pretemporada, y rodeado de toda la tranquilidad que podía darle la campiña londinense, búnker elegido por el equipo xeneize para focalizar el objetivo para este segundo semestre.

Boca no venía bien. En sus espaldas cargaba con el peso de cinco torneos discretos y lejos de la pelea por el título. Encima, el inesperado descenso de River generaba dos alarmas bien opuestas: no desentenderse de los promedios y convertirse, aún cuando no lo quisiera, en el máximo candidato del Apertura 2011.

Pero la confianza que tenía el DT se basaba en algo claro. En Londres, y pese a los malos resultados cosechados en la gira , notaba que sus dirigidos habían captado el mensaje y que realmente se comprometían con la causa. No era casualidad que ya llevaran, por entonces, 10 partidos invictos. Exactamente desde que el cuerpo técnico había planteado la propuesta de concentrar los viernes y no los sábados. Hoy los partidos sin derrotas ascienden a 27, en lo que ya es la segunda mejor racha de la historia del club, detrás de los 40 de las temporadas ´98/´99.

El tiempo, y el trabajo, le dieron la razón a Falcioni, que hoy cumplió uno de sus sueños más grandes como entrenador: ser campeón con Boca y meterse en el selecto grupo de técnicos que se consagran con el club xeneize.

No fue fácil el camino del ex arquero. Después de un comienzo auspicioso en el verano de 2011 (campaña), el debut llegó con un inesperado cachetazo que complicó los planes. Godoy Cruz goleó 4 a 1 en la Bombonera y nada fue igual.